Vie. May 3rd, 2024

OÍDOS SORDOS AL RECLAMO CIUDADANO

 En la recta final del gobierno estatal, de los diputados locales y los alcaldes, se presenta un fenómeno nunca antes visto en la entidad veracruzana; de norte a sur y de costas a sierras, las expresiones ciudadanas en contra de los malos gobiernos son cada día más, a tal grado que han pasado de ser comentarios aislados a reclamos públicos, derivados del incumplimiento en acciones de gobiernos que han provocado disminución de empleo, menos valor adquisitivo de los recursos económicos con que se disponen, inexistentes, de mala calidad e inconclusas obras de infraestructura, nulas políticas públicas de preservación y fomento al cuidado ambiental, ocupamos el lugar 22 en el sistema educativo nacional y el lugar 29 en desarrollo humano, entre muchos otros atrasos como desnutrición, pobreza extrema, inseguridad, falta de atención médica oportuna y de calidad, etc.

En el Congreso Estatal, la mayoría de diputados en lo que va de su función, han presentado nulo trabajo legislativo a favor de los veracruzanos. Los alcaldes, en su gran mayoría acusados de desvío desproporcionado de recursos económicos públicos; y como consecuencia, atraso en todas las áreas de desarrollo municipal, generando solo nuevos ricos en cada municipio.

Los ciudadanos expresan su malestar, reprochan el pésimo servicio público y consecuentemente desprecian a los políticos y manifiestan un claro rechazo a la política. Por poner ejemplos se tiene al presidente municipal de Pánuco, acusado de probable desvío de recursos públicos, denunciado ante la Procuraduría de Justicia del estado, quién de manera inmediata presentó la solicitud de desafuero ante el Congreso del Estado; también existen dos casos atípicos tanto Misantla como en Córdoba, alcaldes que solicitaron licencia para separarse del cargo y buscar la postulación como candidatos a la diputación local de su partido el PRI. Lo mismo sucedió con el alcalde de Ixtaczoquitlán, quién en dos ocasiones solicitó licencia para separarse del cargo indefinidamente y regresó en dos ocasiones a la alcaldía.

Estos tres casos son claro ejemplo de la complacencia de los diputados priistas en la legislatura local, quienes les autorizan irse y regresar cuantas veces quieran, solo porque su jefe supremo se los instruye. Sin embargo, los ciudadanos de estos tres municipios se han expresado recurrentemente en contra de estas prácticas, no están de acuerdo en que por un lado dejen el cargo por el cual fueron electos; y por el otro, salga a relucir la evidente corrupción manifiesta y el atraso en el desarrollo y fortalecimiento de todas y cada una de las actividades económicas, productivas y educativas del municipio, entre otras; son la expresión colectiva de la ciudadanía común, la ciudadanía que no milita ni le interesa militar en ningún partido político; sin embargo, si les interesa que su municipio avance y se desarrolle, y por supuesto no están de acuerdo ni estarán de acuerdo en que los políticos, en este caso los presidentes municipales, se burlen de las mayorías y pareciera ser que no pasa nada.

Lo que sucede en estos tres municipios; sin duda sucede en muchos más de toda la geografía veracruzana, los ciudadanos están tomando conciencia cívica, hoy les interesa de sobremanera decidir conscientemente quienes los van gobernar los próximos seis años y por supuesto elegirán a los mejores representantes populares para que gobiernen sus municipios. No obstante, urge legislar para que por lo menos en la Constitución veracruzana se incluya la revocación del mandato; con la implementación de esta figura, seguramente se incrementaría el porcentaje de la votación y consecuentemente la participación de la gente en los asuntos de la vida política, en virtud de que además de elegir a sus gobernantes como lo hacen en la actualidad, el ciudadano tendría el poder para destituirlo de su cargo, el procedimiento existe plenamente especificado, por lo que el resultado de esta decisión, se deberá acreditar la vecindad de los inconformes y explicar las causas por las cuales se solicita la destitución del funcionario electo.

El objetivo de incluir esta figura, es el de permitirle a los ciudadanos para que los representantes populares electos democráticamente, cuando incumpla su compromiso o existan manifestaciones públicas generalizadas en contra de la autoridad, se pueda otorgar legalmente la decisión a la mayoría ciudadana para que le revoque el mandato a la persona que tiempo atrás le permitieron con su voto ser su mandatario.

De existir esta figura en el marco jurídico de nuestra Constitución, los reclamos ciudadanos que se presentan actualmente en muchos municipios de la entidad veracruzana, se habrían resuelto por voluntad de la mayoría ciudadana, y no tener que soportar tres o seis años de malos gobiernos. Esta figura también permitiría evitar que alcaldes que buscan un puesto de elección popular sin concluir por el cual fueron electos, sencillamente los ciudadanos de haber sido un mal gobernante, perdiera la siguiente elección y si quiere regresar al encargo, sencillamente no se le permitiría.

Sin embargo, no podemos partir de supuestos, tenemos la gran oportunidad el próximo 4 de julio de elegir libremente a quiénes queremos que nos gobiernen, habrá elecciones en nuestro estado, decidamos conscientemente, no volvamos a equivocarnos, votemos por la persona que haya mostrado cumplimiento en sus encargos ya sean públicos o privados, votemos por la persona con valores y principios probados, votemos conscientemente, más allá del color, votemos por la propuesta y el compromiso que más nos convenza, no más funcionarios que se sirvan del encargo y que no les importe el desarrollo de su pueblo. ¿Usted qué Opina? [email protected]