¡¡¡Y nos vamos al Mundial!!!

cuauwww.esmas.com / CIUDAD DE MÉXICO, México. Oct. 10, 2009.- La dimensión de Cuauhtémoc Blanco tiene que ver con su empeño en quedar en la historia del futbol mexicano. Lo mismo en los partidos en los que se necesitaba pincel y seda, que en los que el mazo y la espada son imprescindibles. De la mano de Cuauhtémoc, México está ya en Sudáfrica 2010 tras golear a El Salvador 4-1 en el Estadio Azteca.

Y es que si hay que señalar a un hombre sobre el terreno de juego, un líder en actitud y talento, no sólo en este juego sino en toda la eliminatoria, el dedo recae sobre él.

Pero esta vez tiene que compartir los honores y blasones de héroe.

Javier Aguirre fue el hombre que decidió llamarlo, tras su decisión de retirarse del Tri en los días de Sven Goran Eriksson, y de paso hacerle una cirugía estética a profundidad al rostro de la Selección Mexicana. Le quitó el gesto de amargura y de carencia de identidad, y le puso una mueca de intensidad y orden, de guerrero.

Fue una eliminatoria sufrida, pero la noche del sábado trajo un viento amable desde Sudáfrica, pero antes de ello hubo que jugar contra El Salvador.

Los verdes salieron con ánimo de festejo más que de juego en el Azteca y se tardaron en definir el partido, aunque al final golearon. Las anotaciones fueron de Marvin González, en autogol a los 25 minutos, de Blanco a los 70′, de Francisco Palencia a los 84′ y de Carlos Vela a los 90′.

El ambiente fue tan de fiesta que un enjambre de abejas, ubicado en la portería de El Salvador, quiso unirse a la celebración, lo que provocó que el partido, justo cuando iniciaba, se suspendiera 10 minutos para retirarlas.

México fue un equipo displicente en la primera parte. Sabedor que estaba en su escenario y en sus condiciones, con su gente, se llevo todo con calma, de pronto demasiada. 

Únicamente encontraron espacios al frente cuando Cuautémoc, que juega todos los juegos y todos los minutos en el mismo tono, tomó la pelota y se juntó por la banda izquierda con Andrés Guardado.

De hecho el único gol en ese periodo se dio en un arribo por esa banda. El balón llegó a Franco que dio a Blanco y en medio de varios rebotes, Marvin González, con la insistente presencia de Blanco, metió el balón en su propio arco a los 25 minutos.

El Salvador, sin forma y sin fondo, pero con un México festivo, trató de hacerse espacios al frente y consiguió un par de tiros al arco de Ochoa. Nada de peligro.

El ánimo del Tri no estuvo en ese primer tiempo para ensañarse. Sólo una jugada más a destacar. Una chilena de Vela a un pase de Franco, al que le sirvió Cuauhtémoc, que Montes sacó con las uñas, justo cuando se jugaba la compensación de nueve minutos que el árbitro Carlos Batres otorgó.

En la segunda mitad, el cansancio de los visitantes, el talento de Blanco y la constancia de los verdes fueron dando rumbo al juego. Vela y Franco fueron un cúmulo de esfuerzo al frente del equipo mexicano por ambas bandas, pero la claridad sólo la tuvo Blanco. Y también la contundencia.

Él mismo marcó el segundo tanto tras iniciar la jugada con un taquito, después Vela se contagió y dio a Franco de la misma manera y éste regresó al Temo. Después Blanco salió en medio de una sonora ovación. Es muy posible, por su edad, que haya jugado su último duelo oficial en el Azteca por eso prolongó lo más que pudo el instante. Su relevo, Juan Francisco Palencia, para no desentonar, hizo el 3-0 a los 84′.

La anotación de Martínez fue sólo para mencionar a El Salvador en las crónicas del acontecimiento. Fue un potente tiro libre a los 88′ en el que Ochoa dio la impresión que pudo hacer un poco más.

El gol de Vela, a los 90′, fue el colofón, el giro a la manija de la puerta de Sudáfrica 2010.