Mar. Abr 30th, 2024

El beneficio que dejará la Nauticopa; será para unos cuantos
Eliuth se va con el ‘canto de las sirenas’

Alfonso Rodríguez Santos, Catemaco, Ver.—El Presidente Municipal Constitucional de Catemaco, Eliuth Cervantes Ramírez, debe abrir los ojos y ver la realidad de lo que sucede en su municipio; pero claro, como es rara la vez que se le ve en el municipio y no se sabe cuando esta o no esta, la gente se pregunta ¿Cuándo encontrare en el municipio al Alcalde? el otro le contesta –hay hermano pues cuando entre o cuando salga del palacio— como eso no va a pasar el munícipe por sus constantes ausencias de su recinto  solo se cree   el cuento de la sirena, de quien se dice le cubre las espaldas, como sus asesores y su jefe de prensa Ivan Calderón, que solo le dice a su amo, “todo esta bien, aquí no pasa nada, todo bajo control”, lo que es incierto.

La realidad de las cosas es que los ‘canes’ abren los ojos a los pocos días, y los “inteligentes” nunca.

Ahora el presidente de la Nauticopa, pretende maquillar sus errores, dándoles a los catemaqueños un espectáculo lo que debería ser en realidad es rehabilitar las calles que estan en mal estado, los ductos de drenajes que despiden olores fétidos, entre otras obras de beneficio social a las comunidades y del propio municipio.

La famosa Nauticopa lo que dejará es cierto, beneficios; pero para unos cuantos no para los catemaqueños que siempre han vivido administración tras administración municipal en el abandono y en el rezago, para el bienestar de Catemaco.

De igual manera, existe la ley mordaza para no poder exhibir los errores creados de un alcalde como lo es Eliuth Cervantes Ramírez, que bajo el ‘chayo’ que disfruta su Jefe de PRENSA, Iván Calderón en conocido Bar disfrutando la lana con las “chiquitas”; ayer también se supo que Calderón dio a sus incondicionales un boleto preferencial para disfrutar el evento de la Nauticopa Gobernador 2011, otorgados por el alcalde, como fueron boletos estos si los entregó el Jefe de PRENSA, pero cuando se trata del “chayo” se lo queda. Así las cosas.