Jue. Mar 28th, 2024

Agencias AP, Bogotá, Colombia.— El máximo jefe de las FARC Alfonso Cano murió el viernes, abatido en una zona del suroeste colombiano, informaron las autoridades.

Su muerte es una resonante victoria para el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, que llega apenas un año después de que el ejército abatió al comandante militar de los rebeldes. Sin embargo, no se trata de un golpe mortal para esta insurgencia campesina que tiene casi medio siglo de existencia.

Cano, por quien el Departamento de Estado norteamericano ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares por datos que llevaran a su ubicación, fue abatido en combates en una región rural de Suárez, en el departamento de Cauca, al suroeste colombiano.

Era el hombre más buscado por militares y policías colombianos desde septiembre de 2010, cuando el ejército mató en un bombardeo al jefe militar de los insurgentes, Jorge Briceño, alias el “Mono Jojoy”.

La muerte de Cano no significa la inminente desaparición de la última insurgencia izquierdista rebelde de Latinoamérica, dijeron analistas.

Víctor Ricardo, quien fue comisionado de Paz durante el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), cuando se adelantaron durante casi cuatro años fallidos diálogos de paz con las FARC, felicitó a las fuerzas militares, pero advirtió que para Colombia no era el fin de la guerrilla, que se cree está compuesta por unos 9 mil integrantes.