Vie. Mar 29th, 2024

400 mil mexicanos, de inmigrantes a delincuentes
Incertidumbre para madres y esposas mexicanas
 Generar las oportunidades para que los connacionales no sufran las consecuencias: Fararoni

Juan Carlos Absalón, San Andrés Tuxtla, Ver.-Fue en el año 2006, cuando el Congreso Local del Estado de Arizona, uno de los cincuenta Estados que conforman los Estados Unidos de Norteamérica, la famosa Ley Anti Inmigrante HB 2779, comenzó a inquietar a los mexicanos que se encontraban trabajando como ilegales en el vecino país del norte.

A raíz de aquellos años, comenzaron las manifestaciones masivas de los hermanos mexicanos quienes viven en los Estados Unidos en condiciones ilegales; esto de alguna manera calmó aparentemente la iniciativa de los Congresistas norteamericanos.

Nuevamente, a partir de la segunda quincena del pasado mes de abril la ley se pone en marcha con más fuerza, luego de aquella iniciativa, ahora la nueva Ley Anti Inmigrante HB 1070, aprobada por la Gobernadora Jan Brewer, es el tema de discusión en países de centro y sur América.

Bien, primero ubiquemos al Gran Cañón como se le conoce a Arizona, cuya capital es Phoenix.

Es el Estado número 48, de los cincuenta estados de Estados Unidos; su gobernadora actual es la republicana Jan Brewer. Tiene arriba de siete y medio millón de habitantes, con un clima caluroso la mayoría del año, sus mayores centros urbanos son Phenix y Tucson. Limita con Nuevo México; Utah, Nevada y California; colinda con Colorado y tiene frontera internacional de 626 kilómetros de longitud con los Estados de Sonora y Baja California, en México.

Luego de este antecedente, vayamos a nuestro artículo en cuestión.

¿Qué es la Ley Arizona?

Fue el 4 de enero del año 2008, cuando se dio a conocer a través de los medios nacionales e internaciones la aprobación de la Ley Anti Inmigrante HB 2779, que fue aprobada por el Congreso Local de aquella entidad local en el año 2006, misma que fue confirmada una semana antes de su publicación, y confirmada por el juez  federal Nel Wake, la que obligaba a los empresarios del Estado de Arizona a comprobar ante el Gobierno Estatal la condición migratoria legal de cada uno de los trabajadores que tuviera en su empresa o negocio contratados a partir del 1 de enero del año 2008, bajo el riesgo de perder su licencia para operar.

Más claro; si un empresario contrataba a un empleado sin papeles en regla con permiso de trabajo podía perder su permiso para operar; esto es que, si las autoridades migratorias encontraban una irregularidad en el negocio, empresa, fábrica o taller, el patrón o encargado de la empresa era sancionado con una multa y una suspensión o el cierre temporal de la misma; pero si las cosas seguían igual en una segunda revisión, el permiso para el negocio o fábrica era cancelado definitivamente.

De allí que en este Estado las condiciones de trabajo para los mexicanos eran deplorables y hasta humillantes porque los contrataban y luego “la migra” los deportaba, y claro, los dueños o patrones ya no pagaban por los días trabajados, lo que les significaba en cierta forma algunas ganancias.

Desde aquella fecha el temor entre connacionales que vivían en Arizona para mantener a sus familias se volvió crítica; esto tuvo un resultado también negativo, incrementando con ello la delincuencia, elevando los índices de crímenes y demás delitos 

Discriminación Racial o Xenofobia.

Con la promulgación de la Ley HB 2779, el odio y el rechazo al extranjero, en este caso las víctimas, nuestros hermanos mexicanos, sufrieron las consecuencias ya que grupos racistas se unieron pretendiendo ser guardianes fronterizos y comenzaron a cazar como animales a los “mojados”, desapareciendo muchos de ellos en el intento de cruzar la frontera, de quienes sus familiares jamás volvieron a saber de ellos.

Los congresistas de aquel Estado 48 no quitaron el dedo del renglón y para no perder la costumbre, de nuevo surge la Ley Anti Inmigrante SB 1070, la cual prácticamente convierte a los ilegales en infractores a la ley o delincuentes; y es que son arriba de unos 400 mil migrantes en condiciones irregulares.

El pasado 27 de abril del año en curso, se dio a conocer que la republicana, ahora Gobernadora de Arizona, Jan Brewer, había firmado tal ley.

Las consecuencias ya están; y eso que se dieron 90 días a partir de aquella fecha para que entrara en vigor en toda la entidad la Ley SB 1070, la cual de lleno será aplicada a partir del 5 de julio próximo, curiosamente un día después de las elecciones que tendremos en nuestro querido México.

¿Cuáles son las consecuencias que trae esta Ley para los mexicanos ilegales?

Una de ellas el no traer papeles de permanencia o estadía en aquel país; no traer en la cartera la “Green Card” o Tarjeta de Residencia en los Estados Unidos; transportar en el automóvil a un indocumentado aún siendo familiar, ya es considerado un delito que se castiga con las leyes de aquel país.

Y aunque el Presidente Barack Obama dijo en Washington, D.C., que la ley era “una medida equivocada”, pidió al Congreso la comprensión, pero se necesita equilibrar las fuerzas entre congresistas.

Hasta hace poco, se hablaba de la Reforma Migratoria, pero es claro que en el Estado de Arizona, la xenofobia siempre ha sido un antecedente donde las autoridades del lugar son las más señaladas en la historia de la nota roja por abuso de poder sobre mexicanos, a quienes han humillado y atacado de la peor manera, y de las mujeres ya ni que decir; que han sufrido las peores consecuencias de la violencia sexual.

Aquí es claro que, la Gobernadora quiere seguir conservando los intereses de aquella entidad y el revanchismo contra el propio Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, del que se dice el país más poderoso en el mundo.

Y como todo también tiene un castigo divino, el sector empresarial turístico comenzó a experimentar pérdidas considerables a consecuencia de la Ley SB 1070; artistas de renombre mundial, líderes internacionales, presidentes de países y demás manifestaron su rechazo total a esta ley.

La propia Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración hizo su manifiesto cancelando sus convenciones.

El temor de Arizona es que tienen un alto índice de indocumentados y quieren sacarlos a fuerza de ley; sin embargo, los pensantes de aquella entidad se han manifestado porque el Congreso apruebe una reforma migratoria para evitar el confrontamiento y que esto origine se incremente la delincuencia.

Tan sólo hay que citar que cuando el turismo de aquella entidad sufrió las consecuencias trascendió que al menos unos doscientos mil empleos estarían en riesgo; esta ley trae sus consecuencias y el peor daño sería para sus propios habitantes.

¿La preocupación de mexicanos, familiares de migrantes?

El sentir particular, sobre todo de madres y esposas mexicanas, que han visto partir a sus hijos y esposos al vecino país del norte, la mayoría en condiciones ilegales, es de preocupación y desaliento; madres solitarias en las comunidades lloran al vivir la incertidumbre del futuro inmediato de sus familiares, esposos e hijos.

¿Por qué? Bueno, la Ley SB 1070, obliga a los policías de aquella entidad a arrestar a todo inmigrante indocumentados, sólo porque exista una sospecha razonable (rasgos de latinos). En garantía los policías que cometan alguna arbitrariedad podrán ser demandados por residentes de sus respectivas comunidades.

Otro punto que hay que citar, es el cruce de inmigrantes indocumentados y con visas estadounidenses, intenso por demás en esta región, donde mexicanos viajan a realizar gran variedad de productos a los Estados Unidos. (EE. UU.)

Peor para la gente que habita en el sector rural de México, al enterarse de que aquella Ley está basada en que todo el inmigrante que cruza esa frontera es un criminal, que nada más va a hacer daño a la economía del lugar…” Según ellos.

Empresarios mexicanos proponen.

Al presentar esta entrega, nos ubicamos en San Andrés Tuxtla, Veracruz, México, en breve entrevista con el empresario cervecero, ingeniero Rafael Fararoni Mortera, opinó sobre esta Ley de Arizona, que para evitar que los mexicanos sufran las consecuencias humillantes de esta Ley se deben generar las oportunidades en México y en los Estados para que los connacionales tengan un trabajo con el cual sostener a sus familias y evitar la desintegración familiar.

Es claro que estas son políticas discriminatorias y con la deportación de compatriotas ellos ponen en marcha su Ley, pero para los connacionales es desgastante y frustrante lo que origina un futuro inseguro, porque muchos de ellos están dejando sus parcelas buscando realizar el sueño americano siendo un considerable número de veracruzanos y algunos sanandrescanos.

Para el empresario sanandrescano la solución y mejor respuesta no es precisamente ir contra las políticas discriminatorias; no es la inconformidad y la protesta ante estas iniciativas, la respuesta más inteligente sería y que cualquier gobierno puede dar, es generar las condiciones necesarias para evitar la migración en los paisanos hacia el extranjero.

Fararoni agregó que es urgente inyectar recursos al sector agropecuario, pues es precisamente de allí, del sector rural, de donde sale la mayor parte de migrantes.

Para el entrevistado lo ideal sería generar fuentes de empleo fijas, ya que con esto se garantizaría el sustento de familias que dependen de cada campesino u obrero.

Y no es que el empresario cervecero ignore tal Ley, al contrario; también se manifestó en desacuerdo con estas acciones discriminatorias, pues sería injusto que los Estados Unidos no reconozcan que en gran medida la mano de obra mexicana es la que ha dejado gran productividad y que ha enriquecido la economía de los americanos. Concluyo en su opinión sobre este artículo.

Un comentario en «La Ley HB 2779, madre de la Ley SB 1070»

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