Juan Duarte Pablo, Catemaco, Ver.-El pasado viernes por la mañana, un grupo de taxistas de Sitios Unidos del Carmen, encabezados por Julián Moreno Baltier, tesorero de dicha directiva, llegó a la Delegación de Tránsito y Vialidad Núm. 60 del turístico municipio jalando un burro, el cual estaba previsto sería para sacar al Jefe de Servicios Operativos de esa corporación David Merino Ochoa, de quien dicen los ruleteros que era el responsable de una serie de anomalías que se venían presentando; incluso hasta de actos de corrupción, —señalan los manifestantes—, que se “lavaba” las manos diciendo que el problema del Transporte Mixto Rural era cosa del Coordinador Regional del Transporte licenciado Rafael Hernández Rocha, y que por eso no detenía a los conductores de las unidades que vienen haciendo ascenso y descenso de pasajeros en cualquier punto de la ciudad, fuera de la Terminal que tienen establecida.
En respuesta a esta manifestación fue el propio funcionario del Transporte Regional, quien llegó acompañado del Delegado de Tránsito Israel Siles Aguirre, para escuchar las peticiones de los taxistas se escucharon a la Dirección General de Tránsito y Transporte del Estado de Veracruz, donde les confirmaron la destitución inmediata de este mal funcionario y que de inmediato también se atendería el problema que ocasionan los conductores del Transporte Mixto Rural y que se actuaría con toda la fuerza del Estado; fue lo externado por el licenciado Rafael Hernández Rocha, quien señaló que no se permitirán actos de corrupción en estas corporaciones a mi cargo.
Pongamos al burro de delegado y nos daremos cuenta que tiene mas nobleza e inteligencia una sencilla bestia de carga que cualquier patan que dice tener »estudios» y que segun son »servidores publicos» . A nadie le creo nada ya. Muchos entre mas »estudios» y dinero tienen, son mas podridos y perversos.
los taxistAS lo que quieren es que nos dejen en la entrada de catemaco para que asi tengamos que buscar sus servicios pero no vamos a agarrar taxis ya que se mueran de hambre